sábado, 1 de diciembre de 2018

O Courel


Courel, la tierra de altas cumbres y profundos valles labrados por sinuosos arroyos.
De castaños milenarios, tan recios como los viejos habitantes de los castros que levantaron orgullosos sus espadas ante las hordas romanas. Legiones codiciosas del oro de sus montañas que finalmente horadaron y se llevaron gracias a la industria metalúrgica creada para la ocasión, y a la mano de obra autóctona sometida. Pero a pesar de todo, un valle cerrado y de accesos limitados, que conservó todas las especies botánicas y animales de los últimos milenios, junto a las ancestrales tradiciones y la arquitectura popular .

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